Todo ya venia desde horas antes del encuentro, cuando cerca de 300 seguidores serbios llegaron al centro de la ciudad con la idea de causar gran destrucción, lanzado piedras y petardos contra las tiendas y otros comercios de la zona, causando fuertes daños a las estructuras de los edificios vecinos y protagonizando impresionantes enfrentamientos con la policía de la ciudad.
Al parecer la bronca era contra su propia selección, pues a la llegada de esta al estadio, lanzaron piedras al bus en el que viajaban, causando heridas al arquero Vladimir Stojkovic, negando así la versión que decía que el bochornoso incidente era por motivos políticos o nacionalistas.
Tras los altercados del martes fueron detenidos 17 serbios, de los que 8 se encuentran encarcelados en espera de juicio. El resto fueron sólo denunciados y expulsados a su país. Ivan Bogdanov líder de los ultras serbios explicó a la policía italiana que estaba enfadado con el portero se la selección, Vladimir Stojkovic, ya que tras formarse en el Estrella Roja pasó al equipo rival, el Partizan.
El presidente de la federación serbia, Tomislav Karadzic, dijo que los dirigentes serbios se reunirán el 18 de octubre con el líder de la UEFA, Michel Platini, para pedir que repitan el encuentro. El organismo rector del fútbol europeo decidirá las sanciones el 28 de octubre que podría ser la descalificación de la Euro 2012 o de otras competencias.
Italia posiblemente recibirá un triunfo 3-0 en el partido, pero podría verse obligada a jugar partidos a puerta cerrada, por permitir que los ultras serbios entraran al estadio con bengalas y otro tipo de material peligroso
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